Ninguno como el de ayer. Jamás. Ni tan dulce, ni tan fiero. Ni tan selecto ni tan exquisito. Ni tan suave ni tan rápido. Ni tan fugaz ni tan intenso. Ni tan enorme ni tan sentido. Ni tan fresco ni tan ligero. Ni tan transparente ni tan cariñoso. Ni tan juvenil ni tan intencionado. Ni tan salvaje ni tan urbano. Ni tan apasionado ni tan soberbio. Ni tan implacable ni tan frágil. Ni tan impoluto ni tan contaminado.
Ninguno como el de ayer. Como el de ayer, sólo yo sé dónde encontrarlos.
Y si aún no me crees, pregúntale a tu boca dónde estuvimos...
2 comentarios:
siempre creemos que los de ayer siempre serán o fueron mucho mejores que los de hoy, siemplemente porque los recordamos con nostalgía, pero querido Juan, es mucho mejor vivir con la esperanza de que todavía hay unos cuantos que tienen que venir mucho mejores...porque sino, algunas cosas no tendrían sentido, así que ya sabes, a recordar de esa forma tan bonita esa boca y lo que toda ella te proporciona, y piensa que todavía quedan muchos de esos por venir.
Muchos besos, pero de forma pura.
Eres un poeta... magnifica manera de describir ese momento especial...
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