viernes, 22 de enero de 2010

Cuando...

Cuando te sientes caer. Cuando mientras caes sabes que no hay final, que todo es vacío, y no pararás de seguir cayendo. Cuando te hundes, y no hay arena que te pare para poder empezar a considerarte pecio, pobre, pero pecio. Cuando cada día has de vestirte con una sonrisa, porque molesta e incluso enfada a la gente el que te muestres desnudo. Cuando tu única vestimenta es tu labio inferior subido sobre el superior, y tus complementos son las lágrimas que se derraman de tus ojos por tus pómulos hasta tu boca. Cuando cada canción es un remolino de recuerdos. Cuando cada palabra resuena en tu cabeza, rebotando de un lado a otro. Cuando te sientes desfallecer. Cuando tan sólo una imagen, una fotografía apenas, puede quebrar el muro que te has creado para protegerte como si de aire se tratase. Cuando gritar no sirve de nada, pues no se te oye. Cuando hablar es para nada pues no se te escucha. Cuando nombrar es hablarle a ningún oído. Cuando no hacer nada es lo peor que puedes hacer, pero es lo único de lo que tienes ganas. Cuando ya te duele la garganta de callarte los lamentos. Cuando empapas la almohada cada noche, cada mañana, cada tarde. Cuando de repente el recuerdo se sitúa frente a ti, y sólo puedes rendirte. Cuando al llegar a tu mente aquél beso, aquélla caricia perdida, te ves inerme, y vencido. Cuando sólo tienes de huir, y no parar, y al mismo tiempo volver y ponerlo todo como estaba. Cuando tu cuerpo se divierte, tu mente está moribunda, y tu corazón enterrado. Cuando por la calle la ves, la oyes, la sientes. Cuando al acostarte la sientes a tu lado, y la buscas, y no está. Cuando sientes miedo, angustia, dolor, pena, desesperanza, desilusión, fatiga, sueño, arrepentimiento. Cuando nada ni nadie puede ayudarte a levantarte, porque no paras de caer. Cuando volviste para irte, pero te encuentras que te fuiste para no volver. Cuando aquéllos labios protagonizan todos tus sueños. Cuando ni siquiera te dejaron decir te quiero...

Lector o lectora, de verdad que lo siento si te has sentido o te sientes así.

Ahora siéntelo tú por mí, porque yo sí me siento así.