sábado, 6 de agosto de 2011

Deletreando

Si sólo sé si salgo silbando su sencillez sin saber si sigues su senda, guardaré generoso grasientas gracias goteantes, gustándonos, gritándonos, gateando, gestando grandes gemidos, harapo herido, huso horario huyendo hacia Hércules, Homero, Homo Habilis, húsar hastiado, huérfano… horas hablando, helado…

Juego jaleado, jactados jinetes jalonean, joyas juradas, jalamos jubones, jarabe jugoso, jiji jaja.

Las licencias logradas limitan los livianos lechos, levemente lacrados lejanamente.

Buscamos bronca, buscamos besarnos, brisa besucona bracea bravamente.

Vienen volando vehementes vientos valerosos, volubles, vencedores, valientes.

Deciden danzar despidiendo decenas de dardos dosificados dócilmente.

Pero parece peligroso penetrar partes pulidas, perpetradas para poder parar posibilidades. Ponemos para pedir, pedimos para poner, pero para parar, perseguimos. Para proseguir, pedimos parar… paradoja, pero paralelamente posibilidad perpetua personificada, porque pedimos por poner, peleamos para poner, pero pocos ponen para prescindir pedir, para posponer palabras.

Raro remanso ruge relamiéndose, repartiendo ricos ramalazos rápidamente, riéndonos, retozando, rozándonos, respirándonos.

Tiramos tus tenencias, tenemos tus tangencias, tratamos tus temores, truenan tenores.

Marinero mareado merodeando, mordiendo, marrando, miscelánea mortal, música maravillosa, mística misión: morir matando, matar muriendo.

Nívea noche nueva, nexo náutico… nadie ningunea nuestra nación, ni nuestra nana, necios nauseabundos.

Equidistantes, elegimos el elemento exacto, en estéreo, elixir espléndido, epopeya encontrada, estamos enfrente, estamos erguidos, embelesados, encumbrados, eclipsados, exhibimos extremidades, elucubramos energía, engrandecemos el épico estado, estamos… amaneciendo atónitos, anonadados ante algo asequible, algo astronómico, artístico, atronador: amor.

“Sí”, sonrío sutilmente, seguro, satisfecho.

No hay comentarios: